Vincent Gallo cacareó

No se si tuvieron la oportunidad de leer ayer la entrevista que publicó el Diario Clarín a Vincent Gallo, protagonista de “Tetro”, la nueva película de Francis Ford Coppola.
El actor se encuentra hace dos meses viviendo en Argentina, y parece que no está nada a gusto. ¡Ni siquiera la carne le gusta!.
Parece que desde que se encuentra en Buenos Aires casi ni pisa la calle. “Este hotel es mi Buenos Aires, casi nunca salgo", dijo, refiriéndose al re cool Hotel Faena.
Parece que ni con los actores argentinos se lleva bien: “Prefiero no hablar de ellos porque tal vez hay algo que yo no entiendo, o a lo que no estoy acostumbrado. Nunca me pude conectar con los actores argentinos. Pero el equipo técnico es de los mejores con los que trabajé” declaró.
Y como para no dejar dudas de su malestar se refirió también a la protesta que semanas atrás hubo en contra del realizador estadounidense por parte del sindicato de actores por supuestas irregularidades en los contratos: “¡A la mierda el sindicato!, ¿quién sabe cuáles son los intereses? Percibí algunas quejas por parte de un par de actores argentinos, de los más famosos, que parecían no estar a gusto con los largos períodos de espera, o las condiciones no eran las que satisfacían su ego, o lo que sea. Nunca vi gente quejarse así en América, y Francis ama a los actores más que ningún otro. Si no tuviste una buena experiencia en una película de Coppola, deberías dejar de hacer películas”. No sé si quedó claro...

Mas tarde, y como para rematarla se metió con la comida. Ante la pregunta del periodista de Clarín, Diego Papic, sobre si algo lo había sorprendido de Buenos Aires, el señor Gallo cacareó lo siguiente: “Estoy impresionado porque la comida no es tan buena. La gente cree que puede decir "tenemos buena carne" y listo”.
Ah... ¿les pareció mucho?... Bueno, esto no fue todo, además se metió con las mujeres argentinas diciendo que “son muy complicadas”.
El de la foto de la derecha es Vincent Gallo. Se los digo por si lo ven caminando por San Telmo, por ejemplo, y se les ocurre pegarle una buena trompada por imbécil.